En las tranquilas y pintorescas tierras de Cuítiva, a escasas dos horas de Tunja y a pocos pasos del majestuoso Lago de Tota, se encuentra un rincón de Boyacá en el que el espíritu luchador y la determinación de su gente brillan con un resplandor especial; un lugar donde el coraje y la fortaleza se personifican en una mujer excepcional, la señora Amelia Macías.
Ella es madre ejemplar, cabeza de familia, quien se alza como un faro de inspiración para todas las mujeres boyacenses y para aquellos que tienen el honor de conocerla. En su mundo, la palabra “rendirse” no tiene cabida; su determinación y valentía son inquebrantables. Su humilde hogar, conformado por tres modestas habitaciones, un baño y una sencilla cocina se convierte en el umbral de un lugar lleno de amor, sacrificio y esperanza.
Pues gracias a la gestión de la Administración Municipal de Cuítiva y con el apoyo decidido de la Gobernación de Boyacá, la familia de Amelia y otras 24 familias de esa región hoy pueden decir con orgullo que tienen un hogar; exactamente a través de un proyecto con el que no solo se construyeron casas, sino también sueños y esperanzas, y para el cual, tanto el alcalde como el gobernador Ramiro Barragán Adame, invirtieron $1.587 millones.
Hoy Amelia Macías y su familia son un testimonio vivo de la fuerza y la determinación que caracterizan a la gente de Cuítiva; su historia es un recordatorio de que cuando se lucha con amor y perseverancia, ningún desafío es insuperable. En estas tierras, donde la belleza de la naturaleza se une al espíritu indomable de su gente. (Fin – Sebastián Jiménez – UACP – URT)