Recientemente el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM-, informó que ya se registran descensos significativos de las temperaturas, incluso de hasta menos de 2 grados centígrados, en el altiplano cundiboyacense.
Ante esta situación, Manuel Fernando Castellanos, director de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo de Boyacá, describió que el Instituto emitió una alerta amarilla para 50 municipios del territorio boyacense, entre los cuales aparecen Belén, Samacá, Pesca, Aquitania, San Miguel de Sema, Tasco, Tuta, Tunja, Sogamoso y Duitama, entre otros.
Néstor Fonseca, ingeniero agrónomo boyacense, y con más de 20 años de experiencia en el sector agropecuario, entregó una serie de recomendaciones prácticas para que los habitantes del sector rural boyacense asuman, y mitiguen en alguna medida los daños que puedan ocasionar este fenómeno climático:
- Se recomienda determinar qué tipo de suelo es el que hay en la zona, sobre todo porque los suelos pesados y arcillosos son los más propensos a concentrar las heladas.
- Proteger con cercas vivas los sembradíos que integren las parcelas, teniendo en cuenta que los sectores que no cuentan con este tipo de vegetación quedan más susceptibles a las heladas.
- Mantener buena hidratación, tanto de los suelos como de las plantas, si se perciben vientos muy fríos y cielos despejados en la noche anterior.
- Fertilizar los cultivos y las plantas, con altas fuentes de calcio y potasio para evitar que el agua se coagule dentro de las células de la planta, y posteriormente que se rompan, degraden o quemen.
Si ya las heladas causaron un daño evidente, Fonseca recomienda que se hagan unos riegos suaves sobre los cultivos, para limpiar el congelamiento que tiene la planta, y luego aplicar productos a base de aminoácidos, azucares y altos en potasio, para que las plantas se recuperen a través de la generación de nuevos tejidos. (Fin – Jader Silvera – UACP – URT) (Foto: Mauricio Gómez)