Miguel Velandia: un guerrero al que el deporte le sigue salvando la vida

El 8 de diciembre del 2017 el deportista boyacense Miguel Velandia sufrió un accidente que puso en riesgo su vida y lo alejó de inmediato de las competencias en las que representaba con orgullo a Boyacá en diferentes eventos del ciclomontañismo nacional e internacional.

Después de ese día la vida para Miguel no volvió a ser el mismo, se sometió a varios procedimientos, un buen número de días hospitalizado, una cantidad considerable de medicamentos para aguantar el dolor y largas e intensas jornadas de fisioterapia para empezar a recuperar la movilidad y combatir así la tetraplejia que le diagnosticaron.

Fueron varios meses de una lucha constante que tuvo que enfrentar este paipano para entender que el deporte lo podía seguir salvando y que a través de una u otra disciplina iba a recargar las fuerzas necesarias para impulsar su motor de vida; su hijo Juan Andrés. “Pensé que mi regreso al deporte iba a ser más rápido, lo intenté, pero debido a unas heridas que tuve durante el proceso de hospitalización y que no he podido sanar del todo, tuve que posponer ese proceso y darle tiempo al tiempo” comentó.

Estos años han sido productivos para Miguel si se tiene en cuenta que ha descubierto las potencialidades que puede ofertar en deportes como el rugby en silla de ruedas, el para atletismo y la para natación, esta última, una disciplina en la que ha actuado durante los últimos años y con la que ya representó a Boyacá obteniendo resultados destacados a nivel nacional. “Esa fortaleza que entrega el deporte me motiva, sobre todo porque tengo un objetivo, varias metas que cumplir. En este momento también trabajo con el Instituto de Deportes de Paipa como coordinador de varios programas; entonces el desarrollo de estas actividades y las otras que cumplo con la rutina del hogar, hacen que mi vida siga teniendo un propósito” manifestó el deportista.

Todas las adversidades le han reiterado a Miguel Velandia el apoyo, acompañamiento y cariño que le ofrecieron sus familiares, amigos y otras personas cercanas que han estado a su lado desde el primer momento. Aunque él mismo reconoce que también hay personas que se han ido de su vida o que se alejaron después de todo esto, por eso confirmó que ante los problemas es valioso reconocer a quienes quieren estar, pero también a quienes han

decidido irse. “De todo esto puedo rescatar la fortaleza emocional que uno adquiere, sobre todo porque hay días muy difíciles que uno debe enfrentar con resiliencia para no dejarse ganar la batalla”.

Actualmente Miguel trabaja en varios proyectos profesionales en Paipa y con la Selección Boyacá de Para-Natación; este año también empezará otro proyecto relacionado con el ciclismo y espera seguir llenado de gloria la historia del deporte boyacense. (Fin – Jader Silvera – UACP – URT)

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