Acosados por las deudas, los bancos, los servicios públicos y sin oportunidades laborales, están muchas familias que vivían del transporte escolar en Tunja y que llevan cerca de 18 meses inactivas.
La pandemia ha afectado totalmente este gremio, causando una profunda crisis económica en este renglón. Los vehículos están paralizados, pagando muchas veces parqueadero, Soat, impuesto y otros rubros de los cuales, dicen sus propietarios, no tienen dinero para cancelarlos.
Además, esos vehículos utilizados para el transporte escolar han perdido su valor comercial porque en estas circunstancias nadie quiere comprarlos, dijo Luz Helena Flores, Transportadora escolar.
Terminó diciendo la señora Flores que otro aspecto negativo es que, en el momento, continúan desempleados porque es casi imposible conseguir trabajo en otros frentes laborales. (Fin – Pedro Preciado – UACP – URT)