Hace cinco años, por estas épocas, del 6 al 10 de septiembre, Colombia parecía otro país en ese momento. Un espíritu de confraternidad y esperanza se sentía en el país, el Papa Francisco, fue el tercer Pontífice que visitó a Colombia después de los hoy santos Pablo VI y Juan Pablo II que lo hicieron en 1968 y 1986, respectivamente. Fue tal el impacto de la presencia del pontífice en tierras colombianas que durante su visita apostólica no hubo ni un solo homicidio en Bogotá y el orden público, en general, mejoró considerablemente en el país.
La visita del Santo Padre a Colombia marcó un hito en la historia de nuestro país. Sus mensajes, claros y esperanzadores, nos llenaron de luz y de fuerza para seguir adelante. Si en este momento no se ven cambios radicales en la mentalidad de los colombianos, no es porque los mensajes no hayan sido suficientemente fecundos, sino porque cambiar mentalidades colectivas no se logra de la noche a la mañana y es que estos mensajes siguen vigentes y vale la pena recordar algunos de ellos. (Fin – Fredy González – UACP – URT) (Foto: José Miguel Gómez, Conferencia Episcopal de Colombia – SIG)