San Pablo de Borbur lidera proceso de preformalización minera en Boyacá

En un esfuerzo sin precedentes para regular la minería tradicional en el occidente del departamento, el municipio de San Pablo de Borbur se ha convertido en piloto del proceso de preformalización de mineros artesanales. Esta iniciativa, liderada por la Agencia Nacional de Minería (ANM) y apoyada por la Alcaldía local, busca identificar y caracterizar a quienes ejercen esta labor desde hace años en la región.

“Es un paso importante para la toma de decisiones en un futuro que esperemos no sea muy lejano”, afirmó Carlos Castellanos alcalde del municipio, quien explicó que este proceso consiste en el diligenciamiento de un formulario por parte de los mineros, el cual permitirá conocer datos clave como la ubicación, antigüedad y condiciones del trabajo minero.

La jornada, que se lleva a cabo en el Coliseo de Santa Bárbara, ha movilizado a funcionarios de la ANM, el Ministerio de Minas, la Secretaría de Minas del departamento y la corporación, junto con personal de la Alcaldía. “Están desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde en jornada continua. Es una labor que demanda más o menos entre 5 y 10 minutos por minero”, explicó el mandatario.

Hasta el momento, se han entregado alrededor de 500 fichas individuales, aunque muchas corresponden a trabajos colectivos en bocaminas. La administración municipal espera cerrar la semana con un registro de entre 1.500 y 2.000 mineros.

Además del impacto regulatorio, esta base de datos servirá como herramienta clave para el desarrollo social y la seguridad en la región. “Nos permitirá medir el impacto social y económico que tiene toda la minería en nuestro territorio y solicitar al Gobierno Nacional una intervención en diferentes ámbitos”, dijo el alcalde. También subrayó que la información será útil para enfrentar problemáticas conexas como el microtráfico, la violencia y otros delitos relacionados con la minería informal.

Este esfuerzo no se limita a San Pablo de Borbur. El proceso continuará en municipios como Muso, Quípama y Maripí, igualmente afectados por la informalidad minera.

El alcalde hizo un llamado a la comunidad minera: “Este es un trabajo no de hoy para mañana, sino que ha sido un transcurso de esfuerzos de muchas personas, de la institucionalidad, para poder llegar a este punto”. Reiteró la importancia de contar con datos reales y concisos como base para buscar soluciones a la problemática social y ambiental en la región.

Este proceso de preformalización no solo busca regularizar una actividad ancestral, sino también mejorar la calidad de vida de cientos de familias que dependen de la minería y contribuir a la construcción de un territorio más justo, seguro y sostenible.

Escrito por: Carlos Fernando Rodríguez

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