La ola invernal que azota al departamento de Boyacá ha generado graves afectaciones viales en el municipio de Zetaquira, específicamente en la vía que conecta con el municipio de Pesca. Así lo confirmó Anderson Parrales, secretario de Planeación del municipio, en entrevista reciente con Boyacá Noticias, donde advirtió sobre los riesgos y las acciones inmediatas que se han tomado para mitigar la emergencia.
El punto crítico se localiza a tan solo 150 metros de la Institución Educativa Libardo Cuervo Patarroyo, donde una remoción en masa, causada por la constante filtración de agua y el desvío del río Mueche, ha comprometido más del 50% de una placa huella recientemente construida. Esta situación ha obligado a restringir el paso, especialmente para vehículos pesados, y a modificar el transporte escolar, haciendo que los estudiantes deban descender antes del tramo afectado para evitar cualquier riesgo.
“Ya se expidió un decreto que restringe el paso de volquetas, camiones con carga y se está cuidando mucho el paso de los niños”, indicó Parrales. Además, señaló que la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo ya realizó una inspección en el sector, y se espera que la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación de Boyacá determine una solución técnica urgente para evitar que la vía colapse completamente.
La emergencia no se limita a un solo punto: se identificaron tres sectores críticos a lo largo de 500 metros lineales, donde la cercanía de la vía con el río, en algunos tramos a menos de 15 metros, ha intensificado la vulnerabilidad de la infraestructura vial. El último de estos puntos se encuentra a tan solo 10 metros del puente sobre el río Mueche, que conecta a las veredas Patanoa y Esperanza, y marca el límite con el municipio de Pesca.
La importancia de esta vía radica en que es la principal ruta de conexión para tres de las siete veredas del municipio: Patanoa, Gacal y Esperanza. Aunque algunas veredas cuentan con puentes colgantes alternos para vehículos pequeños o paso peatonal, esta carretera es esencial para el tránsito diario de campesinos, comerciantes y ganaderos que dependen de ella para movilizar productos, animales y acceder a servicios básicos.
“Esta es la vía principal para estas comunidades. Si continúa lloviendo así, nos quedamos sin paso, lo que tendría un impacto directo en la economía local y en el bienestar de los estudiantes”, advirtió el funcionario.
Mientras se espera una intervención definitiva por parte de las autoridades departamentales, la comunidad permanece en estado de alerta, consciente de que cada día de lluvia debilita aún más una vía que, además de comunicar territorios, sostiene el tejido social y económico de la región.
Escrito por: Carlos Fernando Rodríguez