Paros en Boyacá dejan millonarias pérdidas en sectores hotelero y de combustibles

Los recientes paros campesinos y mineros en Boyacá han generado un fuerte impacto económico en sectores clave como el hotelero y el de distribución de combustibles, con pérdidas que superan los $9.700 millones diarios, según estimaciones de los gremios afectados.

Marelvy Mora, presidenta de la Junta Directiva de Cotelco Boyacá, informó que el departamento cuenta con 2.936 establecimientos de alojamiento y cerca de 20 mil camas, y que durante la reciente temporada alta —marcada por el festivo del 7 de agosto— se dejaron de percibir alrededor de $4.000 millones diarios.

“La afectación es enorme. Era una alta temporada, con eventos conmemorativos en Tunja y gran afluencia de visitantes. Muchos hoteles no pudieron recibir a sus huéspedes por el cierre de vías y la incertidumbre generada, lo que causó cancelaciones masivas”, explicó Mora.

La dirigente gremial resaltó que el segundo semestre es tradicionalmente fuerte en eventos corporativos en ciudades como Paipa, Tunja, Villa de Leyva y Sogamoso. Sin embargo, varios encuentros fueron suspendidos, afectando no solo los ingresos sino también el posicionamiento del destino turístico. “La percepción de inseguridad por los cierres de vías también nos golpea, porque recuperar la confianza de los visitantes requiere tiempo e inversión en promoción”, agregó.

Ante la magnitud del daño, Cotelco pidió al Gobierno Nacional y Departamental implementar un plan de choque con inversiones en promoción turística y evaluar mecanismos de compensación económica para el sector productivo afectado por los paros.

Por su parte, la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (COMCE) presentó un balance negativo para las estaciones de servicio. Según el gremio, durante los bloqueos se dejaron de comercializar más de 428.400 galones de combustibles líquidos, entre gasolina y diésel, con pérdidas superiores a $5.700 millones.

David Jiménez Mejía, presidente de COMCE, advirtió que la interrupción en la venta de combustibles impacta a toda la cadena productiva y reduce ingresos fiscales por la sobretasa a la gasolina y el diésel, recursos que financian obras y servicios en municipios y el departamento.

“El cierre de vías y la interrupción del comercio generan un efecto negativo en toda la economía regional. Respetamos el derecho a la protesta pacífica, pero pedimos que se eviten bloqueos que paralizan actividades esenciales y afectan los derechos de la población”, manifestó Jiménez.

Ambos gremios coincidieron en que las pérdidas no solo se traducen en cifras económicas, sino también en una afectación prolongada de la imagen de Boyacá como destino turístico y de inversión, lo que podría ralentizar la recuperación del tejido productivo en los próximos meses.

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