De acuerdo con las estadísticas de la Casa del Menor Marco Fidel Suárez, de la gobernación de Boyacá, durante la época de pandemia los delitos cometidos por menores de edad han bajado considerablemente, pero ha crecido el consumo de sustancias psicoactivas.
En épocas normales, se registraron hasta 80 jóvenes con responsabilidad penal que estaban cumpliendo tiempos de privatización de su libertad, mientras que, en pandemia, ese número bajó a cerca de 30 de acuerdo con lo anunciado por Nur Estefany Escobar Jiménez, directora de la Casa del Menor quien aclaró que el centro a donde son enviados los muchachos infractores, también recibe menores de otros departamentos.
Uno de los aspectos que preocupa a las autoridades es la deserción escolar, cuyas consecuencias son negativas para los jóvenes que terminan en la comisión de delitos como hurto, microtráfico y delitos sexuales entre otros.
La Casa del Menor continua con los programas de orientación y prevención no solo entre los jóvenes sino con los padres de familia, explicó Escobar Jiménez. (Fin – Pedro Preciado – UACP – URT)