En un mensaje desde el Puesto de Mando Unificado (PMU), el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, hizo un llamado respetuoso pero firme a los manifestantes que mantienen bloqueos en siete puntos del departamento, para que permitan la intermitencia en la movilidad y así reducir los graves impactos sociales y económicos que estas acciones están generando en la región.
El gobernador destacó que desde el lunes se vienen adelantando mesas de negociación con presencia de altos funcionarios del Gobierno Nacional. La primera mesa, realizada en Paipa, abordó la problemática de la minería de carbón; hoy, martes, se instala una nueva mesa de diálogo centrada en las afectaciones que enfrentan los campesinos de alta ladera, y mañana se iniciará el proceso con los guaqueros del Occidente de Boyacá.
“Tienen todo el derecho a manifestarse, compartimos muchas de sus solicitudes al Gobierno Nacional, pero ustedes no pueden seguir afectando los derechos de otros ciudadanos que también tienen derechos”, expresó el mandatario.
Amaya reportó afectaciones graves en diversos sectores como consecuencia de los bloqueos:
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360 mil litros de leche represados, en riesgo de pérdida.
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250 camiones de alimentos detenidos en Paipa, con riesgo de descomposición.
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150 camiones con animales sin alimento ni ventilación, situación que pone en riesgo su bienestar.
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Citas médicas perdidas, algunas agendadas con meses de anticipación.
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Niños y niñas afectados, según reportes del ICBF y la Defensoría del Pueblo.
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Pérdidas económicas significativas reportadas por la Secretaría de Agricultura.
El gobernador informó que ya habló directamente con el presidente de la República para aclarar que ningún vocero paramuno o minero está solicitando explotación de carbón en zonas protegidas, sino que se trata de causas y problemáticas distintas que deben abordarse con soluciones diferenciadas.
Asimismo, reafirmó su compromiso con el diálogo como primer camino para la solución del conflicto, aunque insistió en que este no puede ser usado como excusa para generar caos y vulnerar derechos de la ciudadanía.
“Yo he dicho que aquí lo primero es el diálogo y así hoy, incluso si se me critica a nivel nacional por no intervenir con fuerza pública de manera inmediata, sigo insistiendo: el diálogo. Pero debe haber reciprocidad”, reiteró Amaya.
El mandatario confía en que a lo largo del día se logren acuerdos de intermitencia en cada uno de los puntos de bloqueo y que las negociaciones con el Gobierno Nacional avancen con resultados concretos.
Finalmente, el gobernador expresó su esperanza de que el próximo 7 de agosto se pueda celebrar en paz en el departamento y que el 18 de agosto, con la visita del presidente de la República, se firme un pacto territorial que marque un hito en el desarrollo agropecuario, turístico, industrial y ambiental de Boyacá.