Durante los dos primeros meses del presente año Boyacá ratificó su lastimoso primer lugar en número de accidentes y muertes por emergencias mineras, índices que encabezó en el año 2021 con 36 emergencias y 52 víctimas mortales.
Según la Agencia Nacional de Minería -ANM- en lo corrido del 2022 se han registrado 11 emergencias mineras en el mismo número de municipios del territorio boyacense, estas han dejado un saldo trágico de 28 personas muertas y 1 más herida. Los hechos ocurrieron en Socotá, Gámeza, San Pablo de Borbur, Corrales, Samacá, Sativanorte, Sativasur, Ráquira, Boavita, Paipa y Tasco.
En enero se registraron dos emergencias por accidentes mineros, una en Socotá que dejó a dos personas muertas y otra en Gámeza que dejó a una víctima mortal. Para el segundo mes del año las emergencias empezaron a reportarse desde el primer día, en San Pablo de Borbur se reportó la muerte de una persona, tres días después cinco personas murieron en Samacá, del 16 al 22 de febrero se reportaron las muertes de otras cuatro personas en Sativasur, Ráquira, Boavita y Paipa. Y el último sábado de ese mes se reportó en Tasco la que sería una de las emergencias mineras más trágicas de los últimos años, exactamente en la mina La Chapa, en la que murieron 15 personas.
La Agencia aclaró que, de las once minas involucradas en estos sucesos, una es de explotación de esmeralda, nueve operan para explotar carbón y otra opera para producir carbón térmico. Además, según la entidad nacional, nueve de esas once minas tienen un título minero formalmente constituido mientras que las otras dos operaban de manera ilegal, estas últimas en San Pablo de Borbur y Sativanorte.
Recientemente la ANM comunicó que el tipo de accidente que más ocurre en las minas de Boyacá y en la gran mayoría del país se presenta por fallas geomecánicas dentro de los socavones, por explosiones al interior de los mismos o por atmósferas contaminadas e irrespirables en las zonas en donde se desarrolla la actividad. (Fin – Jader Silvera – UACP – URT)