Colombia enfrenta el tercer pico de Covid 19 después de un año de la llegada de la pandemia a nuestro país, en ese momento muchos veíamos ese virus como algo lejano hoy es una realidad que pone a Colombia como uno de los países con mayor muerte en Suramérica y donde se ha dejado un lastre de miseria, hambre, incertidumbre por el futuro y grandes problemáticas sociales y económicas.
Las autoridades del orden nacional, departamental y local a lo largo de esta pandemia han tenido que enfrentar diferentes circunstancias: prepararse para revolverse el crecimiento de la pandemia, decretar medidas impopulares, desabastecimiento y grandes pérdidas económicas; pero la pandemia ha dejado grandes enseñanzas la solidaridad, el altruismo y entender que en equipo es posible salir adelante.
Se ha buscado la normalidad, pero este proceso no ha sido fácil, al contrario, son varios los tropiezos que día a día se enfrenta y que hoy lleva a marchas, paros y manifestaciones.
En Boyacá se ha ponderado la vida sobre cualquier otra circunstancia, se ha invitado a amar y cuidar a nuestros adultos mayores; se ha fortalecido el sector de la salud; se ha tratado de brindar ayudas a los sectores más vulnerables y de manera responsable se ha avanzado en la alternancia educativa.
En el año 2021 inició el plan nacional de vacunación como única esperanza para llegar a la inmunidad de rebaño de la que habla la sociedad científica; si bien el proceso no avanza como se quiere se pide se mantengan las medidas de bioseguridad por tiempo indefinido, todo apunta que el uso del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento llegaron para quedarse por un largo periodo.
La Pandemia continua, aparecen nuevas cepas, las necesidades aumentan, el desconcierto es mayor, las manifestaciones están a la orden del día, pero hay algo claro es que no se debe bajar la guardia para combatir este enemigo invisible, las autoridades deben ser más técnicas que políticas, para soñar con esa inmunidad de rebaño y ojalá Dios permita que más temprano que tarde se pueda llegar a la normalidad que se vivía, pero hay algo claro es que la Covid-19 nos invita a reflexionar a todos sobre nuestro actuar, sobre cómo hemos afectado a nuestro planeta y a las futuras generaciones. (Fin – Fredy González – UACP – URT)