La sogamoseña Laura Camilla Bulla Vargas, de 27 años de edad, ya cumplió 13 años practicando y liderando procesos de masificación de skateboarding entre las boyacenses, de diferentes edades, que ven en este deporte la posibilidad de romper estereotipos y cumplir retos personales, que en algunos de los casos se convierten en proyectos de vida.
“Conocí el skateboaording por mis amigos, ellos fueron mi primer contacto con la tabla, me empezó a llamar bastante la atención; sobre todo porque me permitía ver la vida desde otra óptica. Al principio fue complicado porque éramos pocas mujeres, y los hombres no se tomaban el tiempo de enseñarnos los trucos, nos tocó aprender viéndolos”, describió Laura Camila.
A pesar de los comentarios, de sus colegas skaters, de la sociedad, e incluso de su familia, Laura Camila aplicó todo el tiempo esa premisa que reza “insistir, persistir, resistir y nunca desistir”; con el objetivo colectivo de abrir espacios, o en este caso, crear spots, para que las boyacenses demuestren todas sus fortalezas y cualidades sobre la tabla.
“Nosotras empezamos patinando en el Parque Pinzón y en la Plazoleta de las Nieves en Tunja; tuvimos problemas con la Policía porque no eran lugares adecuados para la práctica de este deporte, también enfrentamos adversidades con el clima de la ciudad, porque este juega muy a favor, o muy en contra de cada spot”, agregó Bulla.
Uno de los principales logros que alcanzó Laura dentro de su trasegar por este mundo fue el de organizar con éxito el ‘Primer encuentro skater de mujeres boyacenses’, en el que no solo participaron deportistas de nuestro departamento, sino también de diferentes regiones del país, y de una deportista de Venezuela.
Actualmente Laura sigue participando en diferentes eventos que buscan masificar y potenciar la práctica de esta disciplina en las boyacenses, sobre todo en las niñas que encuentran en la tabla una compañía ideal para avanzar con sus vidas de forma responsable y activa; por lo que espera que desde las regiones se abran los espacios, y sobre todo las mentes, para que “ver a una niña sobre una tabla, con gorra y rodilleras”, deje ser percibido como escena poco apropiada. (Fin – Jader Silvera – UACP – URT)