Gran parte de las 31 bandas que hacen parte del Concurso Nacional de Bandas de Paipa, en su versión número 48, se han mostrado muy complacidos que después de tres años sea posible nuevamente reencontrase, compartir experiencias y disfrutar las melodías del caribe colombiano.
Los instrumentistas y maestros de las diferentes bandas, coinciden en afirmar que llegar a este concurso es un sueño logrado y que sin importar el resultado son ganadores; sin embargo, también se ha evidenciado las peripecias que han tenido que hacer en su gran mayoría para llegar a Paipa: venta de empanadas, tamales, conciertos cobrando entradas, son algunas de las múltiples actividades que han tenido que realizar para mantener las escuelas de formación y poder costear su presencia en el concurso.
Un ejemplo de ello es la banda de la Fundación Canto por la Vida de Miranda Cauca, que dirige el maestro Julián Calvache, quien fue instrumentista y quien asumió la dirección de la banda para esta versión. Él indicó que llegó a la música gracias a su padre Carlos Calvache, quien desde pequeño lo invitó a vivir la cultura, a empuñar un instrumento y no un arma, en una zona tan convulsionada, “mi padre y yo hemos logrado consolidar este proyecto cultural por muchos años, él dirigió este proceso bandístico, del cual hice parte, hoy me permite dirigir a estos jóvenes quienes con sus instrumentos generan ilusiones, pese a las dificultades y a la falta de apoyo hacemos presencia en el concurso de bandas”.
Por su parte el maestro Carlo Calvache, aseguró que pese a las afujías económicas que han tenido que vivir, seguirán luchando por mantener este proceso cultural vigente, “nos anima, las sonrisas, el compromiso de muchos jóvenes que llegan a la Fundación, cuando ellos toman un instrumento, les cambia la vida, sueñan y piensan en grande, y más en una zona como Cauca, donde están rodeados de muchos riesgos y peligros, para la Fundación Canto por la Vida lograr quitarle un joven a la guerra o a fenómenos como el narcotráfico, es un logro que nos motiva, así no contemos con ayuda institucional, aparecen ángeles que nos han donado instrumentos, las autoridades deben entender que deben fortalecer y destinar recursos para estos procesos culturales, no es justo que se siga mendigando para poder hacer cultura, es preferible que los jóvenes empuñen instrumentos musicales que armas”. (Fin – Fredy González – UACP – URT)