La Sociedad de Nazarenos cuatro siglos de piedad, fe y patrimonio

La Semana Santa es la expresión más grande de la piedad cristiana en el mundo. En un pueblo de esencia cristiana como Tunja, la Semana Mayor representa la presencia del fervor religioso y una tradición de fama nacional por sus procesiones y por la piedad y religiosidad de sus actos; hoy conozcamos la historia y sueños de la Sociedad de Nazarenos.

Desde el siglo XVI, ya hace cuatro siglos y medio, la Sociedad de Nazarenos de Tunja ha organizado los pasos en las procesiones. Cada cofradía cuida sus pasos y se reúnen varias veces en el año para precisar la asistencia social de sus miembros, elegir nuevos dignatarios y tratar diversos asuntos de la Corporación, por ello, hoy es importante hacer un homenaje a esta sociedad que ha luchado por mantenerse en el tiempo y ser reconocidos como un patrimonio inmaterial para tunjanos, boyacenses y colombianos.

Y es que conocer la historia de la sociedad de nazarenos, es entender esa tradición de miles de familias tunjanas tradicionales, quienes se han encargado de organizar los pasos, los cuales siempre han sido engalanados y decorados por personas con un alto espíritu cívico y religioso que han logrado construir una relación con los demás pasos en las procesiones, esta tradición se ha transmitido de generación en generación.

Son 24 pasos que hacen procesión por las principales calles de la ciudad, desde el viernes de Dolores al Domingo de Resurrección. Se necesitan en promedio de 18 cargueros por paso para llevar sobre sus hombros los cerca de 400 a 500 kilos que pesa cada anda con su imagen. En la Sociedad de Nazarenos, las mujeres cumplen una labor muy valorada en el diseño, arreglo de las prendas y acompañando a los cargueros de las procesiones.

Son variadas las solicitudes que hoy los Nazarenos piden a las autoridades y a la comunidad, esta visión histórica de la Sociedad de Nazarenos de Tunja, la corporación más antigua de esta ciudad, refleja la grandeza y pompa de la Semana Santa, en una de las ciudades colombianas de más tradición hispánica, colonial y la cual ha venido luchando para que sea reconocida como una manifestación cultural inmaterial tanto en su ciudad como en el departamento y la nación, sueñan que la Unesco lo catalogue como un patrimonio de la Humanidad.

Es importante que los boyacenses y tunjanos se sientan muy orgullosos de esta conmemoración religiosa del mundo católico, una de las más organizadas de Colombia, que necesita del interés y la colaboración de todos para su mayor dinámica y difusión a nivel nacional y mundial. (Fin – Freddy Giovanny González Castro – UACP – URT) (Foto: Darlin Bejarano)

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