La variedad de climas que ofrece la topografía boyacense es un ingrediente importante para que en los últimos años se haya fortalecido la producción de un excelente café que ya circula en los mercados internacionales.
Boyacá se destaca por su calidad no por la cantidad pues solo aporta el 2 % de la producción nacional; el café se cultiva entre los 1.200 y los 1.800 metros de altura, pero en el departamento se produce a 2.200 metros de altura por lo que son cafés muy apetecidos con una acides alta como los cultivados en Palermo en Paipa, Jericó, lo mismo que en Ricaurte, Valle de Tenza, en la provincia de la Libertad y en el Occidente, entre otras regiones; en total son 50 municipios en Boyacá donde se cultiva el café.
Las marcas del grano boyacense por su aroma, cuerpo y sabor es un producto para gustos exquisitos pues mientras un café comercial se encuentra en un precio de $11.000 o $12.000 la libra, los cafés boyacenses cuestan alrededor de $ 25.000 la libra en marcas autóctonas como café Santamaria de los Ocobos de Miraflores y café Manta Real, entre otros.
Finalmente, Boyacá está incursionando en nuevas variedades exóticas como borbón, borbón rosado, maragogipe y geisha que son muy apetecidas en Europa. (Fin – Pedro Preciado Chaparro – UACP – URT) (Foto: Comité de Cafeteros de Boyacá)