Con el objetivo de crear oportunidades laborales para jóvenes a través de la preservación de los saberes ancestrales y la recuperación del patrimonio inmaterial vinculado a los oficios tradicionales, bajo la metodología de aprender haciendo, la Escuela Taller de Boyacá es una iniciativa que vale la pena conocer y valorar. Desde sus inicios ha procurado la integración comunitaria de jóvenes en condición de vulnerabilidad, propiciando la generación de condiciones de medios de vida para el autoempleo, emprendimiento y empleabilidad. Actualmente oferta diferentes programas de formaciones técnica y cursos cortos a la comunidad en general.
La fundación Escuela Taller de Boyacá se encuentra ubicada en el convento de Las Clarisas, una de las edificaciones más valiosas que tiene el departamento construido en el siglo XVI. Tiene dentro de sus riquezas patrimoniales, pinturas murales que no existen en ninguna otra construcción civil de Latinoamérica, a excepción de las edificaciones religiosas, lo que la convierte en una de las más importantes del patrimonio cultural de Tunja y de Boyacá.
Nancy Camacho, directora de la Escuela Taller de Boyacá, explicó: “la Escuela Taller nace en el 2006, al año siguiente se forma el equipo para hacer el plan especial de manejo y protección de la casa; en el 2009 se obtienen los permisos, se hizo el PEM, se analizaron los estados de las pinturas murales, posteriormente el proyecto de restauración con sus respectivos planos y diagnósticos, obteniendo el permiso para su intervención en 2010, año en que se inician las obras de restauración.
En 2011 se le da vida jurídica a la Escuela y a finales de 2012 se inició la promoción del currículo para el Técnico en Reconstrucción del Patrimonio Construido, desarrollado por expertos metodólogos y el SENA, que ha sido fundamental en este proceso y adicional a ello hoy forman técnicos de cocina ancestral”.
“El ministerio adoptó el programa que antes lideraba la Agencia Española de Cooperación Internacional, la cual se retiró por crisis económica en Europa, bajo la justificación de que estas escuelas hacen parte de la atención a post conflicto, población vulnerable, inclusión y recuperación de patrimonio, una de las misiones trasversales del ministerio de cultura”, puntualizó también Nancy Camacho.
En 2013 con los recursos que se trasfieren de la nación, se logra el comodato, entregado por la Gobernación de Boyacá a la Escuela y se comienza con todos los programas técnicos. La formación de la Escuela Taller de Boyacá es gratuita.
“Los estudiantes reciben almuerzo, refrigerios, dotación, auxilio de transporte, los estudios técnicos tienen una duración de 10 meses, es una escuela de formación para el trabajo y el desarrollo humano, lo que anteriormente se llamaba educación informal y la población atendida es población de vulnerabilidad”, agregó Camacho.
La Escuela Taller de Boyacá concentra sus esfuerzos en garantizar el funcionamiento administrativo, financiero y jurídico, por el que lucha cada día, por ello su misionalidad de permitir que puedan acceder a los procesos de formación y a conocer un inmueble tan emblemático para Tunja y Boyacá.
La invitación es para seguir en sintonía con la Escuela Taller de Boyacá, apoyar su gestión y conocer historias y experiencias que allí se viven. (Fin – Fredy González – UACP – URT)