Esta es una vivienda ubicada sobre la carrera séptima, cerca del antiguo terminal de la ciudad de Tunja. Aunque la situación de inseguridad que genera esta vivienda viene de décadas atrás, este año con la reubicación de la terminal, el lugar quedó más solo y ha incrementado la problemática.
Los vecinos del sector resaltan que es el foco de la delincuencia. Por el solar de la casa, personas extrañas tienen acceso a otras viviendas de la cuadra y se han presentado múltiples robos, también aseguran que desde las ventanas de las casas del sector se evidencia el paso de papeletas de droga y el uso de la casa para la prostitución, los vecinos deben acudir a la Policía de manera reiterativa para mantener la tranquilidad.
El fin de semana del día del padre se reunió en el sector un gran número de personas de la comunidad LGTBI para recibir ayudas humanitarias, ante el desorden la comunidad llamó a la Policía y ésta llegó a hacer inspección. A raíz de ello, la Red LGTBI de Boyacá ha manifestado que allí hubo abuso de la fuerza pública, según Andra Hernández directora del colectivo, los uniformados aplicaron electrochoques e insultos, una conducta constante por parte de los uniformados, asegura.
Por su parte, la Policía Metropolitana manifiesta que no hay una denuncia formal del hecho porque no pasó y aclaran que en aquella casa hay constante movimiento en torno a delitos como la droga y la prostitución, y que independientemente de la orientación sexual de las personas que allí asientan, su deber es realizar las inspecciones necesarias, pero sin ningún abuso de por medio.
El secretario de gobierno de Tunja, Vicente Aníbal Ojeda, contó a Boyacá Noticias que se ha instalado una cámara de seguridad que permite recolectar información importante en torno al movimiento
de la casa y que también hay un CAI móvil a unos metros de allí. Sin embargo, expresa que al ser ésta la casa de un particular, la administración municipal no puede intervenir y darle un uso alternativo. Solo pueden hacer alguna limpieza con la autorización del propietario. (Fin – Érika Sánchez – UACP – URT)