Según el último informe del Índice de Riesgo de Calidad de Agua Potable -IRCA-, que trimestralmente emite la Secretaría de Salud de Boyacá indica que, en el año 2020, 32 acueductos en la zona urbana se encuentran con un riesgo en la calidad del agua lo cual puede afectar la salud de los boyacenses. El IRCA también estableció que 83 acueductos rurales, que contaban con agua apta para consumo humano en el 2019; en el 2020 sólo 67 cuentan con ella, de los 400 vigilados.
Los indicadores según la referente de calidad de agua para consumo humano de la Secretaría de Salud, Ingeniera Yaneth Zipa Casas, obedecen que el año 2020 fue un periodo muy difícil debido a la situación de emergencia declarada por el Gobierno Nacional a causa de la pandemia por COVID-19, en el que el agua se convirtió en un elemento vital para contener la enfermedad, razón por la cual se pudo evidenciar que en la zona urbana mejoró su calidad en la mayoría de los municipios; sin embargo, 32 acueductos de la zona urbana continúan con agua de mala calidad, de los cuales 21 están en riesgo bajo y los municipios de Briceño, Caldas, Corrales, Covarachía, Floresta, Gámeza, Motavita, San Mateo, Toca y Tópaga en riesgo medio y el municipio de Sutamarchán en riesgo alto.
La ingeniera Zipa Casas aseguró que en la zona rural del departamento la preocupación por la calidad del agua es mayor, porque no se encontró mejoramiento de la calidad de agua, sino que ésta empeoró. “De los 400 acueductos rurales que vigila la Secretaría de Salud, pasamos de tener 83 acueductos rurales con agua apta para consumo humano en el 2019 a tan sólo 67 con agua potable en el año anterior”.
La funcionaria hizo un llamado a la comunidad de la zona rural para que tomen conciencia de la necesidad de trabajar unidos y fortalecidos, “es necesario que se organicen en asociaciones de suscriptores o juntas administradoras de sus propios acueductos, busquen apoyo en las administraciones municipales y a nivel departamental, para que les brinden asesoría y asistencia técnica que les permita formalizarse como prestadores de servicios de acueducto e implementen sistemas de tratamiento de agua, económicos y funcionales, de acuerdo con la calidad del agua cruda que tengan”, indicó Zipa Casas.
Es importante señalar que la Secretaría de Salud de Boyacá tiene la responsabilidad de vigilar la calidad de agua para consumo humano y como resultado presenta el -IRCA-, que es un indicador que refleja su calidad frente al cumplimiento de las características físicas, químicas y microbiológicas de aquella agua destinada para el consumo humano, basada en el análisis que hace el Laboratorio Departamental de Salud Pública. (Fin – Fredy González – UACP – URT)