El San Rafael de Tunja se ha mantenido desde hace 8 meses en alerta amarilla y en los últimos días ha tenido que declarar la alerta roja por un alto número de pacientes que sobrepasaron la capacidad instalada del hospital.
La gerente, Lida Marcela Pérez explica que la situación se recrudeció hace dos años por cuenta del cierre de algunas clínicas privadas del departamento.
“Pero entramos en colapso total cuando cerró la Clínica Esimed que atendía a la población afiliada al régimen contributivo de Medimás, así que entramos en alerta y hemos tenido que declarar las aletas rojas por el aumento en el número de pacientes”, explicó Pérez.
Por una situación similar atraviesa el Hospital Regional de Duitama que se encuentra en alerta naranja por sobre ocupación en el servicio de urgencias. Las directivas explican que la demanda de este servicio ha superado los 200 pacientes, mientras que en observación la ocupación ha llegado a más del 180%.
En Tunja uno de los servicios que más colapso ha presentado ha sido el de gineco obstetricia que recientemente se vio afectado por el incremento de pacientes que llegaron en busca de atención, lo que ha dejado ver la necesidad de aumentar el número de camas.
“Con el cierre de la unidad de recién nacidos en Sogamoso, el hospital se volvió casi que el único que tiene esta unidad a nivel público en el departamento”, señaló la gerente del Hospital San Rafael.
Por eso explican que se hace necesaria la adquisición, por parte del departamento, de la infraestructura de la Clínica Esimed de Tunja que garantizaría una mejor y mayor atención a maternas y menores.
Entre tanto las directivas del Hospital San Rafael hacen un llamado a la red hospitalaria pública y privada para hacer uso racional de los servicios y evitar enviar pacientes que podrían ser atendidos en las ESE de primer nivel.