Grandes logros en el primer año de pandemia en Boyacá

El 25 de marzo se cumplió un año desde que se presentó el primer caso de COVID-19 en Boyacá, el positivo se dio en el municipio de Santana, en la provincia de Ricaurte, y desde ese momento el Gobierno de Ramiro Barragán Adame tuvo que iniciar un proceso de decisiones técnicas y esfuerzo fiscal para enfrentar esta Pandemia que ha puesto al mundo a reflexionar sobre lo frágil de la humanidad y el sistema de salud para enfrentar un problema salud pública como este.

El Gobierno de Boyacá ha enfrentado el coronavirus de manera estratégica, dotación hospitalaria, aumento de UCI, fortalecimiento del talento humano y laboratorios de biología molecular, algunas de las acciones que se emprendieron durante la pandemia.

Hoy donde Boyacá se acerca a los 48 mil contagios de los cuales 46 mil se encuentra recuperados y más de 1140 personas que han perdido la vida a causas asociadas a la Covid-19 se hace un balance positivo frente a las decisiones que de manera técnica se han tomado y que ha permitido atender la pandemia y preparar al sistema de salud para enfrentar esta situación de salud pública que enfrenta el país y el mundo.

El primer registro de Covid 19 en Boyacá se dio el 25 de marzo, en el municipio de Santana, 19 días después del primer caso nacional, luego, el 4 de abril se presenta el primer fallecimiento y esto obligó al departamento a desplegar iniciativas, para actuar de manera rápida y hacerle frente a la pandemia, desde momento el Gobernador, Ramiro Barragán Adame, acompañado del secretario de Salud, Jairo Mauricio Santoyo Gutiérrez y las autoridades de salud del departamento, acogieron iniciativas de respuesta inmediata, creando estrategias para fortalecer y aumentar la capacidad hospitalaria, diagnóstica y el talento humano.

Inicialmente las autoridades de Boyacá declararon la calamidad pública y la alerta amarilla, ante la vulnerabilidad del sector salud y la necesidad de dotar a la red hospitalaria con equipamiento médico, para atender la pandemia por ello adquirió 11 mil pruebas rápidas para tamizar al personal de la salud, población indígena y vendedores de las plazas de mercado, las cuales se recibieron el 30 de mayo y poco a poco, fue dotando de equipos a los hospitales del departamento, logrando llegar a Puerto Boyacá, Soatá, Moniquirá, Duitama, Sogamoso, Tunja y Chiquinquirá, con más de 100 ventiladores que fueron adquiridos por la Administración Departamental y las empresas Sociales del Estado, y 45 que entregó el Gobierno Nacional, en muy corto plazo se logró pasar de 66 unidades de cuidados intensivos a 239, y de esa manera garantizar el servicio de Unidad de Cuidados Intensivos a pacientes positivos de COVID y otras patologías.

El mandatario de Boyacá Ramiro Barragán Adame aseguró que se logró consolidar un plan de expansión que ha permitido salvar cientos de vidas, “Con más de $5.200 millones fortalecimos las unidades de cuidados intensivos e intermedios, y las áreas de hospitalización y ampliamos nuestra capacidad instalada”, indicó el Gobernador.

Barragán Adame explicó que se abrieron las puertas de la Clínica María Josefa Canelones para brindar atención médica especializada a pacientes con COVID-19; donde se aportaron $2.274 millones para la construcción de la red de gases medicinales del Hospital Regional de Chiquinquirá, y para la instalación y dotación de su Unidad de Cuidados Intensivos.

Asimismo, se adelantaron acciones para cuidar al personal de salud por ello se realizó la compra de elementos de protección, EPP, como tapabocas N95, overoles, desinfectantes, batas desechables, guantes de nitrilo, polainas, gel antibacterial, entre otros, adicionales a los que entregó la Unidad de Gestión de Riesgo, los cuales han sido distribuidos a todas las Empresas Sociales del Estado y municipios del Departamento.

Durante el año de pandemia Boyacá logró la dotación de equipos biomédicos, elementos de protección personal y suministros, y personal de apoyo, en este aspecto el Gobierno Departamental hizo una inversión de $14 mil millones de pesos que sumados a los $6.300 millones, entregados en elementos de protección EPP, por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, dan un total de más de 20 mil millones de pesos en inversión.

Otra de los logros destacables en este año de pandemia fue la consolidación de laboratorios que permitiera el diagnóstico rápido y seguro a través de pruebas moleculares si los usuarios tenían COVD o no y de esa manera romper cadenas de contagio por ello el 4 de julio de 2020, se logró que el Instituto Nacional de Salud avalara el Laboratorio Departamental de Salud Pública, el 14 de agosto el del Hospital Universitario San Rafael, y el 18 de agosto, el laboratorio Carvajal, contando de esta manera con tres laboratorios que han sido claves para fortalecer la capacidad diagnóstica y el resultado de las pruebas. (Fin – Fredy González – UACP – URT)

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