Gobierno de Boyacá pide a Superintendencia de Salud soluciones estructurales para flujo de recursos en los hospitales

Se desarrolló una reunión entre los directivos de la EPS Coosalud, la Superintendencia Nacional de Salud y la Secretaría de Salud de Boyacá, el objetivo encontrar soluciones a la crisis en la prestación de servicios de salud, generada por la falta de pagos a hospitales públicos que han dejado de atender a los afiliados de esta EPS.

La deuda de Coosalud con los hospitales de Boyacá asciende aproximadamente a 250.000 millones de pesos, lo que ha puesto en riesgo la continuidad de la atención en varias instituciones médicas, lo que busca este escenario de concertación son acuerdos de pago y mecanismos para reactivar la prestación de servicios, garantizando que los usuarios puedan acceder a la atención médica sin contratiempos.

El secretario de Salud del departamento, Óscar Jiménez Espinoza, indicó que el no giro de recursos por parte de Coosalud afecta a 11 hospitales en Boyacá, donde los servicios han sido restringidos o suspendidos debido a la falta de pagos de la EPS, “la prioridad de este encuentro es establecer acuerdos financieros y operativos que permitan que los hospitales continúen brindando atención a los usuarios de Coosalud. Sabemos que hay una crisis en el sistema de salud, pero hemos tomado medidas para evitar que la situación se agrave en el departamento”.

Uno de los principales problemas identificados es el modelo de auditoría que manejaba la EPS antes de su intervención en noviembre, el cual dificultaba la radicación de cuentas y retrasaba los pagos a los hospitales. Desde el 1 de marzo, se implementaron cambios en los procesos de facturación y auditoría, lo que debería facilitar la liquidación de las deudas pendientes, explicó el funcionario.

Uno de los casos más críticos es el de la Clínica Los Andes, que estuvo a punto de cerrar su servicio de urgencias debido a la falta de pagos. Gracias a la intervención de la Gobernación y la Secretaría de Salud, se logró evitar el cierre, aunque la clínica sí suspendió su sala de partos y el servicio de cuidado neonatal, “estamos trabajando para evitar que más instituciones se vean obligadas a cerrar servicios. Boyacá tiene un déficit de infraestructura hospitalaria, por lo que necesitamos que tanto la red pública como la privada continúen funcionando y prestando atención a los usuarios” indicó Jiménez Espinoza.

Se espera que con la presencia de la Supersalud se logren compromisos concretos entre Coosalud y los hospitales para normalizar la atención médica en el departamento, la idea es que se  firmen acuerdos de pago y conciliaciones financieras, así como nuevos contratos que garanticen la continuidad de los servicios, “nuestro objetivo no es solo resolver los problemas financieros, sino asegurar que los pacientes puedan acceder a los servicios de salud, especialmente aquellos que requieren atención de mediana y alta complejidad. Estamos trabajando para que esta crisis tenga una solución definitiva y sostenible” aseguró el secretario de Salud.

El titular de la sectorial confía que resultados de esta reunión sean determinantes para la estabilidad del sistema de salud en Boyacá y para garantizar el bienestar de los más de 25.000 afiliados de Coosalud en el departamento.

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