La crisis del sistema de salud en Colombia sigue profundizándose, y el gerente del Hospital de Duitama, Jairo Mauricio Santoyo Gutiérrez , ha lanzado un llamado urgente al gobierno nacional para generar mecanismos que permitan que las glosas sean reconocidas que a través de un software o mecanismo permita que se reconozca y cancelen los servicios brindados, según Santoyo, la situación actual pone en riesgo la sostenibilidad de los hospitales públicos y, lo más grave, la atención de los pacientes.
El gerente explicó que la UPC es el valor que el Estado colombiano asigna por cada ciudadano en el sistema de aseguramiento en salud, y es fundamental para garantizar la atención médica de los afiliados, pero esos recursos no están llegando a quienes están prestando el servicio, “cada persona en el sistema tiene un valor que el Estado paga a las EPS, que se encargan de ofrecer los servicios médicos, desde consultas hasta tratamientos complejos. Sin embargo, los recursos no están llegando adecuadamente, y esto está afectando a los hospitales públicos”.
Santoyo Gutiérrez destacó que, a pesar de que las EPS son responsables de garantizar la atención a los afiliados, más del 60% de estas están intervenidas por el Estado, lo que ha provocado un colapso en los servicios de salud privados, que ya no pueden cubrir las necesidades de la población. “Los hospitales públicos, como el de Duitama, estamos asumiendo una gran parte de la carga. Los privados han cerrado muchos de sus servicios porque no les llega el recurso suficiente, y los pacientes se están viendo obligados a recurrir a los hospitales públicos”.
El gerente del hospital de Duitama explicó que hoy los hospitales públicos, deben batallar con la falta de recursos para operar, a pesar de que el sistema debería contar con fondos suficientes para cubrir la atención a todos los pacientes. “La plata no está alcanzando. En este momento al Hospital Regional de Duitama le adeudan 70 mil millones de pesos, y lo más preocupante es que muchas EPS que nos adeudan están intervenidas y no sabemos si cancelen lo que nos adeudan, les citó un ejemplo, Coosalud nos debe más de 4.500 millones de pesos, pero solo hemos recibido una pequeña parte de lo que se nos adeuda. Esto pone en peligro la continuidad de los servicios y afecta a quienes más lo necesitan que son los pacientes”.
Según Santoyo hay prácticas administrativas de las EPS lesivas para el sistema de salud, “el problema no es solo la falta de recursos, sino también la falta de transparencia y la demora en el proceso de auditoría y conciliación de cuentas entre las EPS y los hospitales; el sistema no tiene un árbitro que garantice la claridad y trazabilidad de los recursos. A veces las EPS no reconocen lo que realmente se debe, lo que genera un ciclo de retrasos que afectan gravemente la atención. Necesitamos que el Estado se convierta en un ‘referí’ que supervise las cuentas y agilice los pagos”.
El gerente del Hospital de Duitama propuso una solución para resolver el conflicto de las cuentas entre las EPS y los hospitales. “El sistema actual no está funcionando. Las EPS y los hospitales tienen que tener una forma clara de conciliar sus cuentas. El Estado debe actuar como árbitro, y si hay discrepancias, estas deben resolverse rápidamente para que los hospitales reciban lo que se les adeuda, se debe generar un software donde los hospitales suban las glosas, las EPS hagan lo mismo y se cancelen los servicios bridados, sino se crea un mecanismo expedito el sistema de salud se pondría en riesgo”.