En el tramo vial entre Belén y Sácama, se presentan dos afectaciones importantes que han obligado a implementar medidas urgentes de intervención. Así lo confirmó el director del Instituto Nacional de Vías (Invías), Juan Carlos Montenegro, quien evaluaron la situación con el director de la Unidad Departamental de Gestión del Riego de Desastres Jeison Carreño, la comunidad y autoridades municipales.
El primer punto crítico se encuentra en el PR-18, donde un deslizamiento de tierra ocurrido el pasado lunes bloqueó completamente el paso vehicular. Frente a esta situación, el Invías convocó a una reunión con la Alcaldía de Belén y los representantes comunitarios para aclarar los aspectos técnicos. Según el director Montenegro, se acordó que el material será recogido y dispuesto en una zona lateral de la vía, donde podrá ser aprovechado por quienes reclaman su propiedad.
El segundo punto de afectación está localizado en el PR-30, específicamente en el puente El Boche, donde se ha intensificado una restricción de carga debido a la inestabilidad de la estructura. Inicialmente, el paso estaba limitado a vehículos de hasta 26 toneladas, pero debido al sobrepeso de los camiones vinculados a la explotación carbonífera en la región, la restricción se redujo drásticamente. Hoy hay restricción de paso a solo vehículos con hasta 7 toneladas de peso bruto, lo que permite garantizar la estabilidad del puente.
El Invías, en conjunto con su contratista y bajo la supervisión de la interventoría, está evaluando las actividades necesarias para reubicar el puente, mejorar los alineamientos de acceso y extender la luz de la estructura, de manera que se evite el paso del agua por la zona que ha generado la inestabilidad.
Juan Carlos Montenegro aclaró que estas acciones son soluciones temporales, mientras se avanza en la construcción de un puente definitivo en el mismo sitio. La construcción de esta infraestructura final tomará entre ocho y diez meses, según estimaciones del Invías.