El director de la Emisora Boyacá 95.6 FM, Guillermo Arturo Patiño Mesa, ganó el primer lugar en la categoría Mejor Crónica Radial en la convocatoria del Capítulo de Comunicaciones del Ministerio de Cultura: Reconocimientos del periodismo cultural distintas maneras de narrar nuestro bicentenario de la Independencia.
El ‘Profe’ como es reconocido no solo en el medio radial sino en los medios de comunicación del departamento, participó con su crónica ‘Relatos y Cantas con Alma Bicentenaria’, emitida por Boyacá 95.6 FM. en el especial del 7 de agosto.
“Es un reconocimiento a nuestra emisora Boyacá 95.6 FM., al programa Amanecer en Boyacá, a los grupos de música carranguera, a los copleros y a esta tierra de libertad, que nos hace hoy más que nunca creer en Boyacá”, manifestó el ‘Profe’.
Para escribir su crónica, el autor utilizó la narrativa oral como identidad y testimonio de la gesta libertadora que pasó por tierras boyacenses hace 200 años, para lo que contactó a los protagonistas de su historia, de quienes quedó registrada su voz.
“En la vereda Duce, sector Dintá, municipio de Mongua, don Ismael Carreño, un campesino de 79 años, revisó textos y esculcó la memoria para componer la gesta libertadora a punta de coplas. Y por otro lado Rosebel Cucunubá por el frío paisaje del Páramo de Pisba en Socotá y Ómar Maldonado, en el Llano de Miguel en Paya, rasgaron las cuerdas y contaron en música campesina y joropo, la ruta libertadora”, relató Patiño Mesa.
Agregó que son cantas, son coplas, son versos que salen del alma, que relatan y conmemoran y que por el camino se van encontrando, porque son momentos que nos hermanan y más cuando aparece una heroína armada con requinto: Maribel Fonseca, que cierra esta parte de la historia con algo que podríamos denominar la ‘carranga protesta’, una guabina, un reconocimiento a las heroínas que siguen librando mil batallas. Es la música campesina, la misma que dice que sin copla no tiene sazón y la que hoy da fe de nuestra historia bicentenaria.
El profe explica que la copla es la más viva expresión para decir las cosas de manera sencilla y directa, que hay para todos los momentos, los eventos y las vivencias, pues enlazan amores, hacen peticiones, echan vaina, dan consejos, promulgan advertencias, hablan de la siembra, los remedios, la china, las alegrías, el muchacho, del baile, de la costumbre, la tradición y en últimas escriben la historia.
“Es una narrativa oral que está muy arraigada en los abuelos, especialmente del sector rural y los que mantienen su grupo musical. Copleros y copleras hay por veredas, sectores y caminos, pero tienen muy poco espacio para echarlas y hacerlas públicas. Si acaso uno que otro programa radial y algún evento muy campesino de cualquier pueblo. Por eso emprendimos el viaje a donde don Ismael con la certeza de convidarlo a echar sus coplas pa´l bicentenario y hubo por montones”, cuenta.
Pero para el ‘Profe’, ‘la copla sin carranga no es copla’ por lo que buscó más versos y descubrió que la música campesina y carranguera también ponía el requinto, el tiple, la guacacharaca y la guitarra -los famosos cuatro palitos- para registrar este momento histórico y entre Morcote y Paya, en el Llano de Miguel, la tierra de Simona Amaya, tropezó con una composición que con el cuatro y al ritmo de joropo hace otra remembranza de la hazaña que nos dio la libertad.
Con las piezas necesarias ya juntas, la puso a sonar en la radio pública Boyacá 95.6 FM., y la acercó a las comunidades para hacer saber que esta expresión artística está más viva que nunca y que pasarán los años, pero las luchas, los héroes y heroínas y la canta seguirá cubriendo el cielo, llenando de sentido e identidad cada momento porque está protegida por el alma de quien se echa una canta y la va tramando con una que otra copla. “Ojalá ahora suene más allá, que se siga escribiendo con ella nuestra historia y tenga reconocimiento y muchos escenarios, que al fundir el corazón en el alma popular, lo que se pierde de nombre, se gana de eternidad,” expresó el ‘profe’ Guillermo.