En el marco de una investigación sobre contaminación ambiental y daño a los recursos naturales, la Fiscalía General de la Nación desmanteló una red delictiva que operaba un matadero clandestino en la vereda Sasa, en Chiquinquirá (Boyacá). Según las autoridades, esta estructura sacrificaba reses, caballos y asnos, para vender la carne sin cumplir normas de salubridad, distribuyéndola en municipios de Boyacá, Cundinamarca y a proveedores de programas públicos como el Plan de Alimentación Escolar (PAE) y centros carcelarios.
Ocho presuntos integrantes de la red fueron capturados en una operación conjunta con la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional. La Fiscalía los imputó por los delitos de concierto para delinquir, maltrato animal, contaminación ambiental y corrupción de alimentos. Entre los señalados están Cristian Mauricio Martínez Gaviria, Óscar Armando Valbuena Sánchez y Saúl Humberto Pinilla García, quienes eran los administradores de las bodegas clandestinas y recibieron medida de aseguramiento en prisión. Otros involucrados, incluidos trabajadores, intermediarios y compradores, fueron enviados a detención domiciliaria.
Las investigaciones revelaron que la carne era procesada en condiciones insalubres, embalada sin respetar la cadena de frío y trasladada a bodegas en Cota (Cundinamarca) y Bogotá, desde donde se distribuía a mercados y programas públicos. El INVIMA, que participó en las diligencias, confirmó que el producto no era apto para el consumo humano. Además, la operación ilegal generaba graves daños ambientales al contaminar suelos y fuentes hídricas con residuos de esta actividad.
Escrito por: Darío Camargo