Según el Departamento Nacional de Estadística -DANE-, en mayo del 2023 se registró una desaceleración en el comportamiento inflacionario del país, algo que se de a poco se ve reflejado en el bolsillo de los colombianos, y por consiguiente en el plato de almuerzo que sirven los restaurantes de Tunja y el resto del país.
En el centro de la capital boyacense se pueden encontrar lugares que ofertan almuerzo tipo ejecutivo, o el popular corrientazo, ese que consumen la mayoría de los colombianos de a pie cuando deciden alimentarse por fuera de casa, pero sin sentirse apartados de la misma.
Con tanta oferta, y por ende competencia, los clientes buscan el mejor precio; y los restauranteros cada día encuentran diferentes estrategias para atraer comensales, entre ellas vender el corrientazo a $6.000 (el más económico del centro de la ciudad), con sus tres fases: sopa, seco y jugo; con una proteína, dos principios, ensalada y hasta papa y plátano sobre el mismo plato.
Flo Piña, Yeffer Torres y Maribel Callejas, administradores de tres de esos establecimientos, coinciden en señalar que la clientela está contenta con el producto, sobre todo porque el precio no significa una baja en la calidad del mismo; a sus corrientazos no les falta la sopita, el pedazo de carne de res, pollo o cerdo, (una que otra vez algo de pescado) en la bandeja, y el jugo con ñapa; eso sí, los tres aseveran también que ya no se puede cambiar la ensalada por huevo, sobre todo porque este último fue uno de los alimentos que más subió de precio en los últimos años.
En promedio, en cada uno de estos tres restaurantes, se pueden vender entre 40 y 80 almuerzos al día, cuando la venta está buena, pero si las cosas no salen como se lo esperan, el promedio apenas llega a ubicarse entre los 25 y 50 corrientazos al día. Escúchenlos ustedes. (Fin – Jader Silvera – UACP – URT) (Foto: Jaime Moreno – Vanguardia Liberal)