Victor Mosso es tunjano y por muchos años se ha dedicado a estudiar para ser Comisario Oficial de Carrera, un trabajo que requiere preparación y liderazgo, para esta oportunidad en la segunda Vuelta a Boyacá en la versión 43.
“Llevo tres meses aproximadamente asesorando en temas a la liga, yo soy el actual representante legal de comisarios de ciclismo del departamento de Boyacá, y por ello miramos quiénes merecen estar aquí. A mi toda la vida me ha gustado este tema del ciclismo, esto no da dinero, esto da satisfacción”, dijo Víctor Mosso, quien bajo su mandato en esta competencia se encontraban 20 comisarios más quienes se encargan de diversas funciones en la competencia.
“Quien entra en la familia del ciclismo generalmente no se sale”, agregó. Víctor ha estado dirigiendo tres carreras del orden nacional, dos Vueltas a Boyacá y una Vuelta a Antioquia. El padre del comisario le dejó el legado, y Víctor representa la dinastía Mosso.
Cuenta que “uno de los recuerdos más trágico que he vivido sucedió en una Vuelta a Antioquia, cuando sufrimos un accidente de tránsito, el vehículo en el que iba quedó inservible, pero yo me salvé y seguí.”
Esto es parte de lo que deben afrontar los comisarios que en carrera sienten y viven a altas velocidades para estar al ritmo del pelotón o del ciclista.
Él, actualmente conforma la corporación en Boyacá, única con mayor cantidad de comisarios a nivel nacional. Ellos son los jueces de la carrera, quienes definen recorridos, sanciones, y legalidad en el reglamento que exige la carrera. (Fin – Andrés Fagua – UACP – URT)