18 integrantes de la comunidad indígena Cusay La Colorada, de Fortul (Arauca) regresaron a su lugar de origen luego que duraran más de 5 meses atrapados en la ciudad de Chiquinquirá, a causa de la pandemia generada por la COVID-19.
“Junto con la Gobernación del departamento, la Alcaldía Municipal y luego de la gestión de la Personería Municipal se hizo lo pertinente para que estas personas pudieran nuevamente retornar a su tierra Fortul (Arauca)”, señaló el personero de la Ciudad Mariana, Uriel Urazán.
El representante del Ministerio Público agregó que, durante su estadía en Chiquinquirá se suscitaron varios acontecimientos de salud por contagios de COVID-19, así como el parto de una de las mujeres, “lógicamente tocó velar por los derechos fundamentales y humanos de estas personas y los menores que estaban a cargo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar Zonal Chiquinquirá”.
En cuanto al techo y la alimentación, los integrantes de la etnia indígena, durante los primeros meses, recibieron de manera continua mercados con elementos básicos de la canasta familiar, los cuales fueron proporcionados por la Personería Municipal, la Policía Nacional, la Alcaldía y los padres dominicos; así como, el arriendo de una vivienda ubicada en el barrio los Sauces, al sur de la Capital Mariana.
“Durante los meses de julio y agosto ellos decidieron aportar para su sustento diario. La personería buscó que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar los acogiera a los niños, mientras se definía la ruta y se daba el regreso a Arauca”. (Fin – Francisco Cuervo – UACP – URT)