Según Susan Espitia quien hace parte del comité, los casos relacionados con acoso siempre han existido en el campus universitario, sin embargo, la virtualidad ha hecho que se hayan incrementado estas violencias basadas en género con el uso de herramientas virtuales que favorecen el anonimato de aquellos que están perpetrando las violencias; además, explicó que tampoco hay herramientas y rutas de atención integrales para las estudiantes afectadas.
Según Espitia, el comité de género no ha acompañado casos en donde las mujeres son víctimas de esta clase de delitos y que a cambio les pidan dinero; sin embargo, sí se han registrado casos de otros tipos, por ejemplo, les exigen a las mujeres favores sexuales o más material íntimo a cambio de no publicar la información personal de las víctimas.
“Las mujeres sienten mucho temor de denunciar porque suelen ser juzgadas, cuestionadas e incluso culpabilizadas por haber confiado en sus exparejas o en las personas con las que mantuvieron un vínculo. Las mujeres no son culpables, nosotras podemos tener una sexualidad libre sin sentir temor a este tipo de prácticas violentas” puntualizó Susan.
Desde el comité se está haciendo un llamado a la comunidad estudiantil para visibilizar estos casos y a las directivas de la Universidad para garantizar el cumplimiento de la ley 1257 de 2008 que determina las acciones que debe implementar el estado en materia de prevención y atención integral.
Hay que decir que para el caso específico de la UPTC existe la Casa de la mujer, según la integrante del comité de género, la dependencia es la única que acompaña esta clase de casos, sin embargo, no hay un trabajo articulado desde el interior de la universidad precisamente por desconocimiento, eso hace que haya una desconexión interna, no se puede hacer un trabajo colectivo para darles garantías a las mujeres universitarias. (Fin – Johanna Báez – UACP – URT)