Hace 72 años la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, desde entonces cada 10 de diciembre se recuerda que estos deben ser garantizados a cada ser humano sin discriminación alguna.
Desde la oficina asesora de Paz y Diálogo Social de Boyacá se adelantó el conversatorio “En Boyacá, sí hablamos de Derechos Humanos” con el objetivo de dar una mirada local, real y menos utópica del tema. Pedro Pablo Salas, titular de esta sectorial dijo que no es justo que mientras en una situación como la que se vive en el Occidente de Boyacá donde la población, incluso madres cabeza de familia, tienen que soportar la represión policial y estatal para poder ejercer su labor de barequeros y poder dar alimento a sus hijos, personas vinculadas a las multinacionales que explotan las esmeraldas en el lugar observan con altivez cómo se le vulneran los derechos a la comunidad, es decir, que la garantía de estos dependan de la adquisición económica que posea.
Dentro de los invitados a este evento virtual también estuvo presente la activista política Mafe Carrascal, quién por su labor ha recibido varias intimidaciones. La joven criticó que quienes más padecen esta situación, por su liderazgo social, son personas en las zonas rurales más apartadas y que no cuentan con el sistema de protección que les garantice su vida y su labor, mientras que políticos que no están riesgo tienen camionetas y guardaespaldas a su disposición.
En conclusión, hay mucho por hacer, pero sobre todo por comprender frente a los Derechos Humanos y frente a las prácticas que ponen en desventaja a quienes no tienen cómo defenderse, este es un reto por mejorar pues si no hay equidad en la garantía de estos y si no hay condena social y penal para quienes los violan, esto solo va a quedar en un bonito discurso. (Fin – Érika Sánchez – UACP – URT)